UNA SEMANA SANTA MUY NUESTRA☀️👨‍👩‍👧‍👦


¡Hola amigos!🌞🐚

Con motivo de la Semana Santa, hoy me apetecía abrirme un poquito más con vosotros y contaros cómo han sido mis vacaciones. A veces compartir lo bonito también es una forma de agradecerlo.💛

Ahora que ya todos hemos vuelto a la rutina (sí, esa de los despertadores y el café a medio beber☕️⏰), me paro a pensar en la suerte que tengo. Y es que no todo el mundo puede decir que ha pasado unos días tan especiales como los que yo he vivido.

Hace algunos años atrás, tras pasar algunos momentos complicados, mi familia tomó una decisión que sin duda nos cambió el chip: pasar tiempo de calidad en familia en uno de los lugares que siempre nos ha hecho felices, Matalascañas 🏖️🌾. Desde entonces, Semana Santa se ha convertido en una tradición sagrada para nosotros: desconectar, reconectar y vivir.

Este año no fue diferente. Como siempre, salimos el jueves y regresamos el domingo. Cuatro días que nos supieron a gloria. paseos mañaneros por la orilla con el fresquito en la cara🌬️, cañas y pescaito frito en el chiringuito🍻🐟, barbacoas en familia llenas de risas🔥🍖, tardes de fiesta en El Rocío con música y muchas anécdotas💃, y esos atardeceres de postal que te hacen quedarte en silencio un momento solo para absorberlo todo🌅✨.

El Domingo de Resurrección, como cada año, lo reservamos para algo muy nuestro: visitar a la Virgen del Rocío, también conocida como la Blanca Paloma o la Reina de las Marismas. Encendemos unas velitas🕯️, pedimos con fe, compramos algún recuerdo para casa y otros familiares y, por supuesto, prometemos volver. Porque volver es casi una necesidad.

Y es ahí, en medio de esa mezcla de arena, risas y amor familiar, donde me doy cuenta de que soy afortunada. Afortunada de tener una familia unida, de llevarnos bien, de poder permitirnos parar el mundo por unos días y simplemente estar juntos❤️.

No hacemos grandes planes, ni actividades espectaculares. Lo nuestro es más sencillo: compartir mesa, ver juntos el atardecer, caminar, charlar, y reírnos hasta que nos duela la barriga. Porque a veces, la felicidad está justo ahí... en lo simple, en lo de siempre. Ojalá todos podáis tener un lugar que signifique lo mismo que Matalascañas o El Rocío para mí🌊✨. ¡Nos vemos pronto!


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