EL DÍA DE UNA EDUCADORA SOCIAL EN EL AÑO 2050🤖


¡Hola amigos del futuro! 🌟

Soy María, tengo 44 años y llevo más de una década trabajando como educadora social en centros de acogida. La vida ha cambiado bastante desde que empecé en esto, sobre todo gracias a la tecnología. Aunque las herramientas digitales nos ayudan mucho en el día a día, lo importante sigue siendo estar ahí para los chicos, acompañarles y ayudarles a sacar lo mejor de sí mismos.

Trabajo en un centro que se llama "Horizonte", un espacio donde convivimos con menores que han pasado por situaciones complicadas. Aquí todo está adaptado para ellos, pero lo más importante sigue siendo crear un ambiente en el que se sientan seguros y apoyados.


Comenzamos con mi rutina habitual:

A las 8:00 empieza el día. Llego al centro en mi patinete eléctrico y nada más entrar, el asistente de bienvenida me saluda. Este sistema inteligente detecta quién entra y ajusta el entorno según la rutina de cada educador. Mientras tomo mi café, reviso el tablero de bienestar, un panel digital que muestra cómo ha dormido cada chaval, si ha habido algún episodio durante la noche y qué tal están emocionalmente. Hoy, por ejemplo, veo que Marta ha tenido un sueño alterado y Alex ha pasado la noche bastante tranquilo. Saber esto me ayuda a preparar el resto del día.


🍳A las 8:30 desayunamos todos juntos. En 2050, las comidas se preparan según los gustos y las necesidades de cada uno gracias a los preparadores automáticos de alimentos. Estos dispositivos detectan quién se sienta en la mesa y preparan un desayuno acorde a sus preferencias nutricionales. Hoy, Pablo, que solía ser muy delicado con la comida, recibe una tostada con aguacate, uno de sus platos favoritos, y hasta se anima a probar algo nuevo, un batido de frutas que hemos añadido al menú.


🧠A las 9:30 comenzamos con una actividad en una sala a la que llamamos "sala de expresión emocional". En ella los chicos pueden expresar cómo se sienten sin tener que usar palabras si no quieren. Esta sala tiene pantallas táctiles y proyecciones interactivas que permiten dibujar, escoger imágenes o sonidos que representen sus emociones. Hoy, Laura, que suele ser muy reservada, ha creado una imagen con colores vivos, lo cual me indica que está más animada de lo habitual. Es una forma genial para que se expresen sin la presión de hablar si no les apetece.


🚶‍♂️A las 11:00 toca una salida al jardín multisensorial. Este espacio es uno de los favoritos de los niños. Es un jardín que cambia según la estación y el estado de ánimo del grupo. Los sensores captan si el ambiente está muy tenso o si hay ansiedad, y automáticamente ajustan los olores, los sonidos naturales (como el viento o el sonido de los pájaros). Hoy, la temperatura es perfecta y el sonido del agua de la fuente ayuda a que los chicos se relajen mientras hablamos de los planes para la semana.


📚A las 12:30 estamos de vuelta al centro. Una vez allí vamos a la sala de aprendizaje interactivo. Hoy toca una clase de habilidades para la vida, donde usamos una especie de asistente holográfico que ayuda a los jóvenes en tareas cotidianas como organizar su tiempo o gestionar el dinero. El holograma simula situaciones como hacer la compra o gestionar una cuenta bancaria, algo que antes parecía complicado para muchos, pero ahora se hace mucho más ameno. Dani, `por ejemplo, está aprendiendo a calcular cuánto debe ahorrar para comprarse su primera bici, y ver cómo lo hace con confianza es un logro para mí.


🍽️A las 14:00 es la hora de la comida. En 2050, comer es casi como un espectáculo. El chef robótico que tenemos en la cocina prepara las comidas según las indicaciones que cada chaval dio al inicio de la semana. Además, el chef también ajusta las texturas y la presentación para que cada plato sea lo más atractivo posible. Hoy, a Laura, que suele rechazar los alimentos muy blandos, le sirve su comida en pequeñas porciones con una textura crujiente. Mientras comemos, charlamos sobre los avances del día y lo que queda por hacer.


🌸A las 15:00, después de comer, algunos necesitan un momento de tranquilidad. Nos vamos a la zona de relajación personalizable, un espacio con cápsulas donde cada uno puede ajustar la luz, el sonido e incluso el aroma según lo que les relaje más. Pablo, por ejemplo, prefiere música suave y luces tenues, mientras que Alex elige una proyección de las estrellas y el sonido del mar. Este momento de desconexión es clave para que recarguen energía y puedan continuar el día.


🎮A las 16:00 toca una actividad en la sala de simulación social. Aquí recreamos situaciones del día a día para que los chavales practiquen cómo desenvolverse. Hoy vamos a trabajar cómo interactuar en un grupo de amigos. Los chavales se ponen unas gafas de realidad aumentada y, a través de una simulación, viven una conversación con personajes virtuales. Samuel, que normalmente tiene dificultades para hablar en grupo, se lanza a participar y va mejorando con cada intento. Este tipo de herramientas les permite equivocarse sin miedo y aprender en un entorno seguro.


📝A las 17:30 el día va llegando a su fin. Antes de irme, me siento en la oficina de notas digitales, donde registramos todo lo que ha pasado durante el día. Aquí anotamos tanto los avances como las dificultades de cada chico. Este sistema es súper útil porque nos permite tener un seguimiento constante de su evolución y compartir la información con otros educadores y las familias.


🚶‍♀️ A las 18:00 ya es la hora de despedirse. Me voy del centro sabiendo que hoy ha sido un buen día. Aunque la tecnología nos facilita muchas cosas, lo que de verdad marca la diferencia es el tiempo que pasamos con ellos, escuchándolos y acompañándolos. Al final, lo más importante sigue siendo el cariño y la empatía que les damos cada día.

Cada día es diferente, y aunque en 2050 las cosas son más modernas, el corazón de este trabajo sigue siendo el mismo: estar ahí para los niños, ayudarles a superar sus miedos y prepararles para el futuro.❤️

Mañana será otro día, ¡hasta la próximaa!👋


La imagen ha sido creada con DALL-É y el prompt utilizado ha sido la misma historia que os he contado. 

Comentarios

  1. Me ha encantado leer sobre cómo sería un día en la vida de una educadora social en 2050. A pesar de los avances tecnológicos y las herramientas futuristas que utiliza María, lo que realmente marca la diferencia sigue siendo su empatía, su acompañamiento y el tiempo que dedica a los chicos. Es genial cómo la tecnología se adapta a sus necesidades emocionales y de aprendizaje, pero al final, el trabajo humano y el apoyo emocional son los que realmente importan. ¡Un bello recordatorio de que, aunque el futuro cambie, lo más importante es la conexión y el cuidado! 🌟

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